viernes, 20 de enero de 2012

Salvador Rueda, en los albores del modernismo español.


Salvador Rueda (Benaque, Málaga, 1857 - Málaga, 1933) fue uno de los grandes precursores del modernismo poético en el solar hispano, resulta interesante este autor por su extracción humilde, siendo hijo de jornaleros no recibió de niño la formación cultural apropiada, casi podría decirse que fue un autodidacta, lo que hace todavía más meritoria la prolífica obra literaria que llegó a escribir y su intuición con respecto a las nuevas tendencias. Y es que Rueda no solo cultivo la poesía, sino que trabajó con cierto éxito géneros como el cuento costumbrista, la novela e incluso una especie de ensayo rítmico —El Ritmo: crítica contemporánea— donde ya ponía sobre aviso, que la poesía española debía experimentar cambios en sus caracteres métrico-acentuales.

Historia.

Parece ser que su primer contacto con la poesía vino a través de la poesía áurea, y que más tarde se sumergió en el mundo greco-romano y en la literatura francesa. Desempeño oficios varios hasta que entró a trabajar en el periódico El Mediodía y después en el El Correo de Andalucía donde publicaría diversos poemas; su primera actividad lírica culminaría con la edición de su poemario Renglones cortos (1880) dedicado a Núñez de Arce. En 1882 marchó a la capital del Reino en pos de la ansiada nombradía, apadrinado por Nuñez de Arce —que pronto intuyó el talento del poeta— trabajó en diversos periódicos como La Gaceta, El Globo o el famosísimo El Imparcial. Así mismo encontró también apoyo en otros literatos como Clarín o Zorrilla. En 1892 Rueda conoció al propio Rubén Darío, con el cual años después mantendría una agria polémica. Y es que nuestro vate que gozó de una frescura y vitalidad juvenil sin parangón,se posicionó pronto entre los renovadores de la poesía española finisecular.


No opinan lo mismo nuestros menguados y ramplonísimos
poetas de todo lo que va de siglo (hechas las excepciones
consiguientes, pocas, en verdad), porque en vez
de interpretar esa vasta armonía, además de lo humano
en vez de auscultar, de sentir, de meditar de percibir
¿qué han hecho? Pues medir ¡durante más de lo que va de
siglo retórica, con un par de metros, el octosílabo y el
endecasílabo, sin pensar más que en llenar de palabras
esos dos moldes rítmicos, vaciando en ellos las mismas
voces, los mismos temas, los mismos giros, los mismos
afectados sentimientos, la misma basura cerebral, para
acabar pronto.
El Ritmo, 1894

En 1894 lo tenemos desempeñando un oficio en el cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios de Madrid, no resulta por tanto extraño que Rueda aprovechara esa posición en pos de aumentar su propio bagaje cultural. Fue también a partir de 1894 cuando Rueda se posiciona como uno de los poetas más importante del modernismo español, tanto era así que varias revistas del continente americano le publicaron diferentes trabajos: Revista de América, Las Tres Américas, La Pluma...

En 1894 también publicó  El ritmo. Crítica contemporánea. donde expone las ideas que ya había puesto en marcha en obras como Cantos de la vendimia (1891),o En tropel (1892)

...variedad de ritmos, variedad de estrofas, combinaciones frescas, nuevos torneados de frase, distintos modos de instrumentar lo que se siente y lo que se piensa. El Ritmo, 1894

Su poesía sin embargo no tuvo la progresión modernista que habría cabido esperar, tal vez el peso de algunos de sus valedores —Clarín, Emilio Ferrari...— antimodernistas declarados forzaron a Rueda para que a fines de siglo renegara de la nueva poesía "afrancesada". Pues si a principios de los años noventa Salvador Rueda era un precursor del modernismo español y casi con Rubén Darío disputaba su paternidad en solar hispano, a finales, fue el mismo Darío quien en un duro artículo lo calificaba de:
Los últimos poemas de R. no han correspondido a las esperanzas de los que veían en él un elemento de renovación en la seca poesía castellana contemporánea. Volvió a la manera que antes abominara; quiso tal vez ser más accesible al público, y por ello se despeñó en un lamentable campoamorismo de forma y en un indigente alegorismo de fondo. Yo, que soy su amigo y que le he criado poeta, tengo el derecho de hacer esta exposición de mi pensar
España contemporánea,1899

En 1900 publica Mármoles, Piedras preciosas, y el País del sol poemas de corte parnasianista, donde evoca al mundo clásico heleno y latino. Pero a pesar de este arrebato parnasiano, rebasado el siglo XX, y tal vez por su enemistad —o recelo— con Darío, pronto se convirtió en un acérrimo enemigo del modernismo, trocandose así en valedor de los otrora criticados poetas de «la atonía monocorde». Sin embargo, y a pesar de todo, siguió gozando de cierta fama, tal es así que llegó a ser coronado como gran poeta en La Habana (1910), pasadas las fiebres modernistas.

Murió finalmente el vate modestamente en 1933, tras haber vivido una larga y bien aprovechada vida.


Sus aportaciones al modernismo.

Como ya hemos dicho, Salvador Rueda desempeñó un papel fundamental en los pródromos del modernismo español. Entre sus varias aportaciones las más importantes fueron:

  • El dodecasílabo: de (7+5) inspirado en la seguidilla andaluza, de tal forma que él mismo se atribuye el primer soneto realizado con tal métrica: Bailadora.
Con un chambergo puesto como corona
y el chal bajando en hebras a sus rodillas,
baila una sevillana las seguidillas
a los ecos gitanos que un mozo entona.

Coro de recias voces canta y pregona
de su rostro y sus gracias las maravillas,
y ella mueve, inflamadas ambas mejillas,
el regio tren de curvas de su persona.

Cuando enarca su cuerpo como culebra
y en ondas fugitivas gira y se quiebra
al brillante reflejo de las arañas,

estalla atronadora vocinglería,
y en un compás amarra la melodía
palmas, risas, requiebros, cuerdas y cañas.
  • Aplicación del hexámetro latino: adapta este verso a nuestra lengua, verso que según el propio autor vale para temas épicos como para églogas.Algo que no resulta extraño pues ya indicamos el interés de Rueda por la poesía clásica. Veamos un ejemplo en el soneto La lámpara de la poesía. En los hexámetros el acento rítmico lo marca en cuarta sílaba.
Desde la frente, que_es/ lámpara rica,/ desborda su_acento (6/6/6)
como_un aceite de_a/roma_y de gracia la_ar/diente poesía,
(6/6/6)
y_a los ensalmos ex/hala cantando su/ fresca_armonía,
(6/6/6)
vase llenando de/ luz inefable la_es/ponja del viento.
(6/6/6)


Rozan los versos co/mo_alas ungidas de/ lírico_ungüento (6/6/5)
so/bre las frentes, que/ se_abren cual rosas de/ blanca_alegría;
(6/6/5)
y un abanico de/ ritmos celestes el/ aire deslía,
(6/6/5)
cual si moviera sus/ plumas de magia de/ Dios el aliento.
(6/6/5)


Vierte_en el aire la/ lámpara noble sus/ sones divinos, (6/6/5)
que goteantes de/ sílabas puras de/rraman sus trinos
(6/6/5)
desde_el tazón del ce/rebro de lumbre que/ canta sonoro.
(6/6/5)

Y revolando las/ almas acuden de/ sed abrasadas (6/6/5)
como palomas que/ beben roo_y on/dulan bañadas
(6/6/5)
en el temblor de la/ fuente sube del/ verso de oro.
(6/5/5)
  • Utilización del verso blanco: el verso blanco,  ese verso metrificado pero no rimado, también fue utilizado por Salvador Rueda de forma hábil. «Ahora esto es ya corriente antes, cualquier modificación o ampliación costaba crueles batallas.»carta a Alonso Cortés fechada en Benaque(Málaga) a 12-III-1925 y publicada en Artículos histórico-literarios, (1935)

    Mujer de mora
    —Fragmento-
    .....................
    He andado por las cercas de verdura
    que despiden olor a mes de agosto,
    buscando moras para ti. En las hebras
    de cenacho andaluz, que, recubierto
    de anchas hojas de higuera goteantes,
    llevé pendiente de mi brazo ansioso,
    como oscilante nido de oropéndola,
    iba echando las moras empapadas
    de zumo como púrpura. Los tallos
    enfimbriados de púas, defendían
    lejos, a veces, el redondo fruto,
    cual si lo hurtaran a mi afán; entonces,
    mi cuerpo se internaba en la confusa
    y agresiva madeja; entre sus garras
    se hundía el pie valiente, y, ya cogida
    por millares de dientes mi piel fosca,
    arrancaba las moras una a una,
    a costa de un sangriento tatuaje.
    Por los trájicos látigos herido,
    mira mi cuerpo; roja geografía
    dibujó entre su vello el injurioso
    zarzal, monstruo compuesto de tentáculos;
    a mordisco por mora granulada,
    sentí, en vez de dolor, placer divino,
    al decorar, por ti, mi cuerpo todo
    de cruces victoriosas, de trofeos,
    de lauros y de insignias triunfadoras,
    que rindo ante tus pies, como bandera
    hecha trizas en medio del combate.

Obras más importantes.

Veamos para terminar algunas de las obras poéticas más importantes del vate andaluz.

Noventa estrofas; Cuadros de Andalucía; Don Ramiro (1883)

Poema nacional: costumbres populares (1885)

Sinfonía del año (1888)

Estrellas errantes (1889)

Himno a la carne (1890)

Cantos de la Vendimia (1891)

En tropel, cantos españoles (1892)

La Bacanal, desfile antiguo (1893)

Fornos, poema en seis cantos (1896)

Camafeos (1897)

Piedras preciosas, cien sonetos; Mármoles (1900)

El país del Sol (1901)

Fuentes de salud (1906)

Trompetas de órgano (1907)

El poema a la mujer (1910)

Poesías Completas (1911)

El milagro de América, descubrimiento y civilización (1929)

jueves, 5 de enero de 2012

Llévate un poema nº9 "Visiones"

Iniciamos año, y con ello muchos de nosotros revisamos nuestros inventarios pasados, es por ello que para este poema de enero me he sumergido —cual alucinado poeta— en una serie de ensoñaciones preciosistas y delirantes que he querido compartir con todos ustedes, y así dejar constancia del nuevo camino que nos preparamos a recorrer en 2012, ya sea para bien o para mal.




Visiones

He visto atabales
nubosos y fríos
granizando buidas saetas australes;
y bramar las olas por los desafíos
de unos inmortales
vientos irritados de tantos hastíos.

He visto los baños
de venustas hadas
en pulidas fuentes de catorce caños;
y mostrar desnudas las risas preciadas,
pues no osan sus años
ajar esas pieles de alburas sagradas.

He visto a las rosas
surgir en campiñas
y adornar sus pétalos cual piedras preciosas;
posar las fragancias en cucas basquiñas
y atraer fogosas
ardientes deseos entre ricas viñas.

He visto a las aves
cantar la grandeza
de aquellos titanes que se alzaron graves;
robar en los campos de áurea belleza;
probar los jarabes
de olímpicas copas y excelsa pureza.

He visto a los cielos
tañer las campanas,
a númenes ciegos buscar sus anhelos;
orlar de cenefas finas porcelanas,
cubrirlas de velos
y sellar con lacre quimeras ufanas.


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miércoles, 28 de diciembre de 2011

El ultraísmo, entre el modernismo y la generación del 27


El ultraísmo fue la primera vanguardia literaria surgida en España, nació a finales de la segunda década del siglo viejo, cuando por aquel entonces el cataclismo de la Gran Guerra había finiquitado los viejos cimientos de la Europa decimonónica. Esta corriente fue el resultado de una mezcolanza de las nuevas ideas vanguardistas que dominaban por Europa tras el conflicto, siendo las más importantes las siguientes: dadaísmo, expresionismo, futurismo y creacionismo.

¿Qué se proponía esta vanguardia?, ¿Quiénes fueron sus principales impulsores?, ¿que éxito tuvo?. Para desarrollar esta nueva entrada daremos respuesta a estas tres preguntas.

¿Qué se proponía esta vanguardia?

Vayamos primero al origen:

Allá por 1918 algunos jóvenes literatos y periodistas reunidos en torno a la figura de Cansinos-Assens, habían llegado a la conclusión de que el modernismo estaba muerto, para ellos las nuevas corrientes vanguardistas de Europa debían ser el nuevo referente ha seguir, nuevas ideas para una nueva concepción que empujara a las letras hispanas a los primeros puestos de la innovacióncultural.

Así pues, a finales de 1918 salió a la luz el primer manifiesto ultraísta, que consistía simplemente en una breve declaración de intenciones posteriormente desarrollada por otros. Veamos un fragmento:


Respetando la obra realizada por las grandes figuras de este movimiento, se sienten con anhelos de rebasar la meta alcanzada por estos primogénitos, y proclaman la necesidad de un ultraísmo [...]
Nuestra literatura debe renovarse; debe lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro pensamiento científico y político. Nuestro lema será ultra y en nuestro credo cabrán todas las tendencias, sin distinción, con tal que expresen un anhelo nuevo. Más tarde estas tendencias lograrán su núcleo y se definirán. Por el momento, creemos suficiente lanzar este grito de renovación y anunciar la publicación de una revista, que llevará este título de Ultra, y en la que sólo lo nuevo hallará acogida.

Pero... ¿qué quería decir ultra? Se trataba de un lema distintivo que varios poetas postmodernistas y radicales adoptaron para mostrar su disconformidad con el lirismo dariniano de hacer poesía, rechazaban la literatura existente y abogaban por ir más allá.

Veamos ahora dos de los puntos claves de la poesía ultraísta:

- Reintegración lírica: La imagen y la metáfora cobran protagonismo, se suprimen así, lo anecdotario y la retórica anteriores.
- Introducción de una nueva temática: desaparece la retahíla modernista llena de languideces, torres de marfil, y decadencias. En definitiva se proscribe lo sentimentaloide, a modo de fogonazos se reproducen sensaciones fragmentarias, donde la ironía y modernidad cobran un nuevo protagonismo. Se alaba el triunfo de la mecánica —siguiendo al futurismo— los aeroplanos, motociletas...

Surgió de esta forma una nueva poesía llena de versos hiperbólicos, de sensaciones extrañas y veloces, donde los signos de puntuación desaparecían, y lo visual cobraba nuevo protagonismo, entre sus antecedentes estaban presentes Mallarmé, Apollinaire, Tzara...

Veamos algún ejemplo.

Elemental

Yo construyo mis saltos
              con los cautro elementos
La Tierra
              El Agua
                          El Aire
                                    El Fuego
Por la pantalla simultánea
a la luz de las trompetas
             pasan los días salvajes
             en un friso de onomatopeyas
... ... ... ... ... ... ...
Crear      Vivir     Volar
Las hojas nuevas rompen a cantar
En torno a mi cetro
      danzan los cautro elementos,
... ... ... ... ... ...

Gerardo Diego, aparecido en la revista Grecia nº 36, (diciembre de 1919)

Tertulia del Pombo
Este café tiene algo de talanquera
y de vagón de tercera.
No hay mucho tabaco y se hace mucho humo.
Yo –el noveno poeta español– presumo
delante del Alcalde de zafra, que enluta sus canas
(once piastras de tinta todas las semanas).
Ventilador. Portugueses.
Acento de Sevilla, ¡dorada ciudad!
Y de mi Bilbao fogonero.
¡Camarero!
Café con leche, mitad y mitad.
Grita Llovet. Calla Bacarisse.
Solana consagra.
Si habla Peñalver, parece que se abre una visagra.

León Felipe, ¡duelo!
No tiene
ni
patria
ni
silla
ni abuelo;
¡Duelo! ¡Duelo! ¡Duelo!
Yo le doy un consuelo,
un
pañuelo
y
otro
pañuelo.

Llega
Monsieur Lasso de la Vega.
Il vient de diner a l'Hôtel Ritz.
Il sait bien son rôle.
Et il porte sa fleur.
¡Parole
d'honneur!


En los rincones algunas parejas
de seguridad y de señoras amarillas
miran a Torre y se estremecen
los guardias y las viejas
él las cita a banderillas
con las orejas.

Discusión sin fin
sobre si es ultraísta Valle Inclán
que si patatín
que si patatán.
En el mostrador suena un timbre trin...
trin... trin... triiinn...
unos pocos pagan y todos se van.
... Silencio, sombra, cucarachas bajo el diván.

De Francisco Vighi, aparecido en la revista Grecia, nº 48, (septiembre de 1920).

Naturaleza extática


ArribaAbajo Un segmento de luna        
           sobre la bandeja        

    El corazón de la granada        
           es un abanico del iris        

    La guitarra la pipa y el periódico       
           disecados como loros        

    Palpando entre el mosaico        
           el vidrio canta sus reflejos        

    A través de la ventana          bastidor del sol        
          el viento afina sus cordajes        

    Desconsolada          una guitarra        
       con las clavijas sueltas       
           enmaraña su testa

Guillermo de Torre

El mejor medio de divulgación para los ultraístas fueron las revistas, destacando en su origen Grecia y Cervantes, donde también colaboraron otros poetas superadores del modernismo, aunque quizás las más innovadoras fueron las revistas Ultra y Prisma en las que se divulgó manifiestos y obras con mayor profusión.

 Pinche aquí para ver un ejemplar de Ultra

                                                    Portada de la revista "Ultra"


¿Quiénes fueron sus principales valedores?

Cansinos Asséns: fue el mayor promotor del ultraísmo, desde las tertulias del Café Colonial lanzaba sus proclamas revolucionarias, gran entusiasta, animaba a los jóvenes literatos a buscar nuevos modelos alejados de cánones caducos. Ahora bien, a pesar de su decidida propaganda, parece que su producción en este movimiento fue menor. Bajo el pseudónimo de "Juan Las" realizó Cansinos algunas piezas experimentales, en realidad sus aportaciónes más importantes fueron las proclamas teórico-vanguarditas. Animador e impulsor del primer manifiesto surgido en otoño de 1918, este manifiesto fundacional sería el cimiento sobre el cual se desarrollarían el resto de postulados ultraístas como los de Guillermo de Torre y Jorge Luis  Borges. Otra curiosa aportación de Cansinos vendría en forma de novela: Movimiento V.P (1921), ejemplo este de la nueva novela vanguardista la cual se acerca a las aventuras y desventuras de los inquietos ultraístas.

                                                      Cansinos-Asséns (años 20)


Guillermo de Torre: Poeta madrileño nacido en 1900, realizó ya en 1920 su famoso Manifiesto Vertical (1920), posteriormente publicó Hélices (1922) poemario de corte ultraísta, también escribió  un interesante e importante ensayo llamado  Literaturas europeas de vanguardia (1925) donde se repasa los movimientos surgidos en Europa hasta su momento, de esta forma se incluye por primera vez al mismo ultraísmo.

Gerardo Diego: poeta santaderino muy prolijo en su obra y adscrito a la G.27 —generación que luego superó— contribuyó al ultraismo con su obra Imagen (1922)

Jorge Luis Borges:
Importante miembro, que junto a Guillermo de Torre; exportó el ultraísmo a Argentina. Fundó junto a otros la revista Prisma, donde se desarrollaron las ideas de la nueva vanguardia, y se expusierón interesantes poemas.

Hubo otros jóvenes apasionados que también se lanzaron a la lucha del ultraísmo en mayor o menor medida, entre ellos podemos mencionar a Pedro Garfias, César A. Comet, o los hermanos Humberto y José Rivas Panedas entre otros.

                            Pedro Garfias (uno de los firmantes del primer manifiesto ultraísta)


¿Hasta dónde llegó el Ultraísmo?

El ultraísmo, a pesar de nacer con grandes pretensiones, apenas se extendió en el tiempo, pues  hacia 1925 se podía dar ya por disuelto disuelto el grupo de jóvenes partícipes. Y es que sus obras no gozaron nunca de un gran público, baste recordar que esta vanguardia se dedicó casi en exclusiva a la poesía — vertiente literaria ya de por sí reducida en cuanto a lectores—, y además a una poesía radical e innovadora que no resultó muy del gusto del gran público. Por tanto cabe hacerse una pregunta: ¿dejó alguna huella el ultraísmo? La respuesta: sí; ya que si bien su producción fue corta y su público poco numeroso, los jóvenes poetas que participaron en el ultraísmo absorvieron y aprovecharon lo aprendido para desarrollar más adelante su propia obra, muchos de ellos, dentro ya del halo de la G.27;

De esta sucinta exposición cabe concluir que, a pesar de su corta existencia, el ultraísmo actuó positivamente en la renovación poética, sirvió de crisol donde se fundieron las nuevas e influyentes estéticas europeas del momento—desde Marinetti hasta Tzra, pasando por Huidobro— y contribuyó a la renovación audaz de una nueva literatura en los años siguientes. En definitiva fue un eslabón clave entre el modernismo y la nueva poesía que vendría a fines de los años veinte y treinta.
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jueves, 1 de diciembre de 2011

Llévate un poema nº8 "Vigilia"


Cuántos de nosotros no hemos pasado largas noches en vela presa de nuestras fantasías, y cuántos de nosotros, tocados por las musas y los númenes, no hemos escrito los tormentos y alegrías bajo la cómplice luz de una vieja lámpara de mesa.

Por esos momentos y por todos los escribientes que encuentran su calma en las horas nocturnas, dedico este poema.

Vigilia

Cuando las horas pasan lentamente
y seguimos despiertos,
cuando la noche arropa con su manta
de estrellas y luceros;
entonces renegados del descanso
rondamos en desvelo.

Cuando lasciva descubre la luna
su lecho de deseos,
cuando esquivamos a nuestra consciencia
lanzándonos al fuego;
henchidos y extasiados por la vida
holgamos en recreo.

Cuando los llantos de los niños braman
y hieren al silencio,
cuando sus infantiles carruseles
giran sin miramiento;
sufridoras se cubren nuestras cuencas
de un índigo lienzo.

Cuando la mula de Liñán se escucha
bajar del Pirineo,
cuando los grillos y los búhos sirven
de únicos compañeros;
las obras de los clásicos ilustres
encuentran su momento.

Y si cansados de leer las hojas
dejamos ya los cuentos,
y si pesados los párpados bajan
como ansiado remedio;
entonces satisfechas estas rimas
libertan nuestro sueño.


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viernes, 25 de noviembre de 2011

25 de noviembre "Día de las librerías"


Por primera vez en España se instituye el 25 de noviembre como "Día de las librerías". Una fecha que lejos de motivos comerciales,o paralelo a estos, sirve para charlar, compartir y estrechar vínculos entre los asiduos habituales de una librería y su librero de confianza. Hoy es un día donde las pequeñas librerías organizan diversas actividades con pasión y empeño, y que sirven de escaparate, una vez más, para todos aquellos autores noveles o ya consagrados que buscan exponer su obra. En definitiva nos encontramos ante una buena excusa para salir y solazarnos en esos mágicos espacios guardadores de mil y una aventuras.

Dedico este poema a todas las librerías y a sus libreros, que día a día bregan contra la crisis con gran denuedo satisfaciendo así  nuestras ansias de conocimiento,tampoco me olvido de los bibliotecarios, aunque este no sea su día.

¡Libros!


¡Libros! los más hermosos elementos,
caudales que enriquecen nuestro ser.
Son muestras exteriores, los destellos
que liberan las psiques entre aquellos
refugios literarios a leer.

Son redomas que guardan la sustancia
de una elevada y áurica adicción;
son campos de impresiones, llanuras
de intrigantes parajes de aventuras:
son historias que esplenden emoción.

Bibliotecarios y libreros abren
las puertas a universos que explorar;
conocen nuestros gustos literarios,
y estudian y repasan inventarios
en busca de esos libros que gozar.

¡Libros! leales..., sabios compañeros,
fontanas misteriosas de un sentir.
Fragantes reflexiones ideadas
por cabezas de ideas elevadas.
Nos embriagan cual mágico elixir.

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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Valle-Inclán poeta


Recientemente se han cumplido 75 años de la muerte de Valle-Inclán, una de las piedras angulares del modernismo español. Aprovechando esta fecha así como la lectura conjunta de "Las sonatas" organizada por el profesor Pedro Ojeda Escudero, vamos a acercarnos a este literato atendiendo a su poesía, que a día de hoy es quizás menos conocida que su obra narrativa.

Su obra poética se reduce a tres libros: Aromas de leyenda  (1907), La pipa de kif (1919), y El pasajero (1920), recogidas todas ellas en una edición definitiva llamada Claves líricas (1930). Cuando Valle-Inclán sacó su primera obra contaba ya con los cuarenta años, esto no quiere decir que no hubiera escrito poesía antes, pues ya en su juventud realizó poemas de corte romántico que fueron publicados en periódicos como El Imparcial o El Sol. Sin embargo su compromiso con la prosa y otros quehaceres literarios le impidieron abordar serieamente la lírica hasta ya bien entrada su madurez.

  • Aromas de leyenda (1907)
Se trata de su obra poética modernista por excelencia, publicada en plena efervescencia de sus Sonatas, se caracteriza por un marcado carácter arcaizante que busca lo bucólico e idílico en un pasado remoto de corte regionalista. Utiliza ritmos típicos de su tierra —ritmo dactílico o de gaita gallega— y en once de los catorces poemas  la estrofa final está en gallego. Toda la obra se funde en un ambiente de religiosidad y misticismo que transporta al lector a un mundo de ensueños llenos de simbolismos modernistas: aves, fuentes, flores azules, atardeceres..., donde las influencias darinianas son visibles.

(LOS POBRES DE DIOS)

Por los caminos florecidos
va la caravana de los desvalidos,
ciegos, leprosos y desvalidos.

No tienen albergue en la noche fría,
no tienen yantar a la luz del día
por eso son hijos de Santa María.

El polvo quema sus llagas rojas,
sus oraciones son congojas:
van entre el polvo como las hojas.

Van caminos de sementeras,
caminos verdes entre eras,
en donde cantan las vaqueras.

COMO CHOVE MIUDIÑO,
COMO MIUDIÑO CHOVE,
POL'A BANDA DE LAIÑO,
POL'A BANDA DE LESTROVE.

  • El pasajero (1920)
A pesar de estar escrito después de la Pipa de Kif, Valle-Inclán decidió en sus Claves Líricas situarlo en segunda posición. Responde esto a que la obra desde un punto de visto formal supone la transición de su clásico modernismo al popular esperpento de los años posteriores.

El propio nombre de este libro de poemas —El pasajero— deja entrever que trata una búsqueda iniciática del poeta. Es posible que la escribiera hacia 1912-1913, tras una época de constantes viajes. Aquí el simbolismo, el esteticismo decadentista —satanismo, mujeres fatales, serpientes, la rosa como símbolo principal que denomina a la mayor parte de sus poemas—, sumado a ciertos elementos que indican ya un nuevo horizonte vanguardista, hacen de este poemario una pieza clave para comprender su evolución literaria.

(ROSA DE MELANCOLÍA)

Era yo otro tiempo un pastor de estrellas,
y la vida, como luminoso canto.
Un símbolo eran las cosas más bellas
para mí: La rosa, la niña, el acanto.

Y era la armoniosa voz del mundo, una
onda azul que rompe en la playa de oro,
cantando el oculto poder de la luna
sobre los destinos del humano coro.

Me daba Epicuro sus ánforas llenas,
un fauno me daba su agreste alegría,
un pastor de Arcadia, miel de sus colmenas.

Pero hacia el ensueño navegando un día,
escuché lejano canto de sirenas
y enfermó mi alma de melancolía.

  • La pipa de kif (1919)
El propio nombre nos hace ya sospechar que nos encontramos con algo muy diferente a lo anterior, y efectivamente, la referencia al kif —hachís—, rompe con bucolías pasadas y sirve como elemento vehicular de un mundo de ensoñaciones humíferas, grotescas en algunos casos, y esperpénticas. Los poemas del VII/XIV tratan a modo de cuadros sobre un terrible crimen con personajes de cierta índole tabernaria; en el poema XVII nos topamos con un herbolario que nos hace viajar por países lejanos y con las drogas: el opio, el hachís y la marihuana. Desde un punto de vista estructural, nos encontramos con poemas de métrica más brusca, con mucha más sonoridad que los anteriores, rimas más machaconas y un vocabulario golfante. Todo esto hace que los dieciocho poemas del conjunto total evoquen en mayor o menor medida rasgos de las vanguardias, como el expresionismo, ultraísmo...  Por tanto esta propuesta poética resulta la más original de las tres, y quizá por ello, es la que ha gozado de mayor fama entre los lectores.

(GARROTE VIL)

¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! Canta el martillo,
el garrote alzando están,
canta en el campo un cuclillo,
y las estrellas se van
al compás del estribillo
con que repica el martillo:
¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!

El patíbulo destaca
trágico, nocturno y gris,
la ronda de la petaca
sigue a la ronda de anís,
pica tabaco la faca
y el patíbulo destaca
sobre el alba flor de lis.

Áspera copla remota
que rasguea un guitarrón
se escucha. Grito de jota
del morapio peleón.
El cabileño patriota
canta la canción remota
de las glorias de Aragón.

Apicarada pelambre
al pie del garrote vil,
se solaza muerta de hambre.
Da vayas al alguacil,
y con un rumor de enjambre
acoge hostil la pelambre
a la hostil Guardia Civil.

Un gitano vende churros
al socaire de un corral,
asoman flautistas burros
las orejas al bardal,
y en el corro de baturros
el gitano de los churros
beatifica al criminal.

El reo espera en capilla,
reza un clérigo en latín,
llora una vela amarilla,
y el sentenciado da fin
a la amarilla tortilla
de yerbas. Fue a la capilla
la cena del cafetín.


el verdugo gana el pan,
un paño enluta el banquillo.
Como el paño es catalán,
se está volviendo amarillo
al son que canta el martillo.
¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!

martes, 1 de noviembre de 2011

Llévate un poema, nº7 "Fiesta galante"

Este nuevo poema recrea una fiesta de baile, una fiesta galante donde los asistentes embriagados por el ambiente del champán y los perfumes se dejan arrastrar por la pasión y los férvidos deseos. Desde un punto de vista formal, he optado por utilizar el verso octosílabo, dándole así un ritmo más alegre al poema.




Fiesta galante

Fiesta galante, otoñal,
surge un susurro vocal,
cadencia de sinfonía
que hace brotar la alegría
regando el blanco rosal.

Las mejillas se sonrojan
mientras flores se deshojan;
las risas por las caricias;
los besos por las malicias;
los labios porque se mojan.

Ya fluyen secos champanes
a las copas de desmanes,
¡ay! gritan férvidas voces;
¡uy! responden tenues goces,
se descorchan nuevos planes.

Los perfumes... se emparejan
en lentos roces que dejan
volar los sueños alados,
y allí quedan olvidados
los pesares que se añejan.

Fiesta galante, ¡visión!,
su haz de luz cobra emoción
cuando callan los violines
y esos buenos paladines
se entregan a la pasión.

Aquí el enlace con el poema en PDF:
Fiesta galante (Imprimir sin ajuste de impresión)