viernes, 25 de noviembre de 2011

25 de noviembre "Día de las librerías"


Por primera vez en España se instituye el 25 de noviembre como "Día de las librerías". Una fecha que lejos de motivos comerciales,o paralelo a estos, sirve para charlar, compartir y estrechar vínculos entre los asiduos habituales de una librería y su librero de confianza. Hoy es un día donde las pequeñas librerías organizan diversas actividades con pasión y empeño, y que sirven de escaparate, una vez más, para todos aquellos autores noveles o ya consagrados que buscan exponer su obra. En definitiva nos encontramos ante una buena excusa para salir y solazarnos en esos mágicos espacios guardadores de mil y una aventuras.

Dedico este poema a todas las librerías y a sus libreros, que día a día bregan contra la crisis con gran denuedo satisfaciendo así  nuestras ansias de conocimiento,tampoco me olvido de los bibliotecarios, aunque este no sea su día.

¡Libros!


¡Libros! los más hermosos elementos,
caudales que enriquecen nuestro ser.
Son muestras exteriores, los destellos
que liberan las psiques entre aquellos
refugios literarios a leer.

Son redomas que guardan la sustancia
de una elevada y áurica adicción;
son campos de impresiones, llanuras
de intrigantes parajes de aventuras:
son historias que esplenden emoción.

Bibliotecarios y libreros abren
las puertas a universos que explorar;
conocen nuestros gustos literarios,
y estudian y repasan inventarios
en busca de esos libros que gozar.

¡Libros! leales..., sabios compañeros,
fontanas misteriosas de un sentir.
Fragantes reflexiones ideadas
por cabezas de ideas elevadas.
Nos embriagan cual mágico elixir.

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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Valle-Inclán poeta


Recientemente se han cumplido 75 años de la muerte de Valle-Inclán, una de las piedras angulares del modernismo español. Aprovechando esta fecha así como la lectura conjunta de "Las sonatas" organizada por el profesor Pedro Ojeda Escudero, vamos a acercarnos a este literato atendiendo a su poesía, que a día de hoy es quizás menos conocida que su obra narrativa.

Su obra poética se reduce a tres libros: Aromas de leyenda  (1907), La pipa de kif (1919), y El pasajero (1920), recogidas todas ellas en una edición definitiva llamada Claves líricas (1930). Cuando Valle-Inclán sacó su primera obra contaba ya con los cuarenta años, esto no quiere decir que no hubiera escrito poesía antes, pues ya en su juventud realizó poemas de corte romántico que fueron publicados en periódicos como El Imparcial o El Sol. Sin embargo su compromiso con la prosa y otros quehaceres literarios le impidieron abordar serieamente la lírica hasta ya bien entrada su madurez.

  • Aromas de leyenda (1907)
Se trata de su obra poética modernista por excelencia, publicada en plena efervescencia de sus Sonatas, se caracteriza por un marcado carácter arcaizante que busca lo bucólico e idílico en un pasado remoto de corte regionalista. Utiliza ritmos típicos de su tierra —ritmo dactílico o de gaita gallega— y en once de los catorces poemas  la estrofa final está en gallego. Toda la obra se funde en un ambiente de religiosidad y misticismo que transporta al lector a un mundo de ensueños llenos de simbolismos modernistas: aves, fuentes, flores azules, atardeceres..., donde las influencias darinianas son visibles.

(LOS POBRES DE DIOS)

Por los caminos florecidos
va la caravana de los desvalidos,
ciegos, leprosos y desvalidos.

No tienen albergue en la noche fría,
no tienen yantar a la luz del día
por eso son hijos de Santa María.

El polvo quema sus llagas rojas,
sus oraciones son congojas:
van entre el polvo como las hojas.

Van caminos de sementeras,
caminos verdes entre eras,
en donde cantan las vaqueras.

COMO CHOVE MIUDIÑO,
COMO MIUDIÑO CHOVE,
POL'A BANDA DE LAIÑO,
POL'A BANDA DE LESTROVE.

  • El pasajero (1920)
A pesar de estar escrito después de la Pipa de Kif, Valle-Inclán decidió en sus Claves Líricas situarlo en segunda posición. Responde esto a que la obra desde un punto de visto formal supone la transición de su clásico modernismo al popular esperpento de los años posteriores.

El propio nombre de este libro de poemas —El pasajero— deja entrever que trata una búsqueda iniciática del poeta. Es posible que la escribiera hacia 1912-1913, tras una época de constantes viajes. Aquí el simbolismo, el esteticismo decadentista —satanismo, mujeres fatales, serpientes, la rosa como símbolo principal que denomina a la mayor parte de sus poemas—, sumado a ciertos elementos que indican ya un nuevo horizonte vanguardista, hacen de este poemario una pieza clave para comprender su evolución literaria.

(ROSA DE MELANCOLÍA)

Era yo otro tiempo un pastor de estrellas,
y la vida, como luminoso canto.
Un símbolo eran las cosas más bellas
para mí: La rosa, la niña, el acanto.

Y era la armoniosa voz del mundo, una
onda azul que rompe en la playa de oro,
cantando el oculto poder de la luna
sobre los destinos del humano coro.

Me daba Epicuro sus ánforas llenas,
un fauno me daba su agreste alegría,
un pastor de Arcadia, miel de sus colmenas.

Pero hacia el ensueño navegando un día,
escuché lejano canto de sirenas
y enfermó mi alma de melancolía.

  • La pipa de kif (1919)
El propio nombre nos hace ya sospechar que nos encontramos con algo muy diferente a lo anterior, y efectivamente, la referencia al kif —hachís—, rompe con bucolías pasadas y sirve como elemento vehicular de un mundo de ensoñaciones humíferas, grotescas en algunos casos, y esperpénticas. Los poemas del VII/XIV tratan a modo de cuadros sobre un terrible crimen con personajes de cierta índole tabernaria; en el poema XVII nos topamos con un herbolario que nos hace viajar por países lejanos y con las drogas: el opio, el hachís y la marihuana. Desde un punto de vista estructural, nos encontramos con poemas de métrica más brusca, con mucha más sonoridad que los anteriores, rimas más machaconas y un vocabulario golfante. Todo esto hace que los dieciocho poemas del conjunto total evoquen en mayor o menor medida rasgos de las vanguardias, como el expresionismo, ultraísmo...  Por tanto esta propuesta poética resulta la más original de las tres, y quizá por ello, es la que ha gozado de mayor fama entre los lectores.

(GARROTE VIL)

¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! Canta el martillo,
el garrote alzando están,
canta en el campo un cuclillo,
y las estrellas se van
al compás del estribillo
con que repica el martillo:
¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!

El patíbulo destaca
trágico, nocturno y gris,
la ronda de la petaca
sigue a la ronda de anís,
pica tabaco la faca
y el patíbulo destaca
sobre el alba flor de lis.

Áspera copla remota
que rasguea un guitarrón
se escucha. Grito de jota
del morapio peleón.
El cabileño patriota
canta la canción remota
de las glorias de Aragón.

Apicarada pelambre
al pie del garrote vil,
se solaza muerta de hambre.
Da vayas al alguacil,
y con un rumor de enjambre
acoge hostil la pelambre
a la hostil Guardia Civil.

Un gitano vende churros
al socaire de un corral,
asoman flautistas burros
las orejas al bardal,
y en el corro de baturros
el gitano de los churros
beatifica al criminal.

El reo espera en capilla,
reza un clérigo en latín,
llora una vela amarilla,
y el sentenciado da fin
a la amarilla tortilla
de yerbas. Fue a la capilla
la cena del cafetín.


el verdugo gana el pan,
un paño enluta el banquillo.
Como el paño es catalán,
se está volviendo amarillo
al son que canta el martillo.
¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!

martes, 1 de noviembre de 2011

Llévate un poema, nº7 "Fiesta galante"

Este nuevo poema recrea una fiesta de baile, una fiesta galante donde los asistentes embriagados por el ambiente del champán y los perfumes se dejan arrastrar por la pasión y los férvidos deseos. Desde un punto de vista formal, he optado por utilizar el verso octosílabo, dándole así un ritmo más alegre al poema.




Fiesta galante

Fiesta galante, otoñal,
surge un susurro vocal,
cadencia de sinfonía
que hace brotar la alegría
regando el blanco rosal.

Las mejillas se sonrojan
mientras flores se deshojan;
las risas por las caricias;
los besos por las malicias;
los labios porque se mojan.

Ya fluyen secos champanes
a las copas de desmanes,
¡ay! gritan férvidas voces;
¡uy! responden tenues goces,
se descorchan nuevos planes.

Los perfumes... se emparejan
en lentos roces que dejan
volar los sueños alados,
y allí quedan olvidados
los pesares que se añejan.

Fiesta galante, ¡visión!,
su haz de luz cobra emoción
cuando callan los violines
y esos buenos paladines
se entregan a la pasión.

Aquí el enlace con el poema en PDF:
Fiesta galante (Imprimir sin ajuste de impresión)