martes, 8 de febrero de 2011

Cuando el último día del otoño...

Cuando el último día del otoño
se abraza al primer día del invierno,
los campos aclarados de dorados
se cubren con argento,
se cubren con el frío
y es entonces cuando se oyen los ruegos,
y los vahos escapan
como númenes de malos artistas,
como psiques que suben a los cielos.
Las colmenas se engalanan de luces
y próvidas contentan los deseos
mundanos, esperando las sorpresas
del rojo y blanco mago,
del rojo y blanco adviento.
Cuando el anciano solsticio de sable
manto, culmina su rondar sereno
de las horas, y los druidas de hinojos
bien postrados ofrendan ante leños,
se escuchan viejos cantos,
se piden los deseos.
Cuando el último día del otoño
se abraza al primer día del invierno.


Diciembre 2010

2 comentarios:

Carla dijo...

Hoy he llegado hasta aquí en el último día del otoño, aunque haya quedado atrás, muy bellos versos.

Besos.

Delgado dijo...

De eso se trata, de inspirar las sensaciones.

Gracias Carla