domingo, 15 de mayo de 2011

Serie: Llévate un poema

Este mes de mayo doy comienzo a una campaña cuyo objetivo es divulgar la poesía libremente por medio de algunos de mis poemas. Para realizar esta tarea he creado una serie de"mini libros" compuestos por un poema que iré distribuyendo por diversos puntos de la ciudad. La idea original la obtuve de la editorial Nanoediciones, que actualmente representa uno de los mejores sellos editoriales alternativos. Ellos publican bajo el formato de folio exquisitas "nanobras" —de poesía y narrativa— con excelentes ilustraciones.

Un servidor aquí presente, siguiendo en brega por los arrabales literarios, se ha armado con este genial formato —solo apto para bohemios e insensatos—, y se ha lanzado —con incierto resultado— a plasmar sus versos por diversos escenarios.

También los iré colgando en pdf en el blog para aquellos que por causas diversas no puedan acceder físicamente al ejemplar; y quién sabe, tal vez a alguno de vosotros le guste la idea y se anime a crear sus propios "mini libros".

Para inaugurar la colección, ¿qué mejor manera que hablando de los poetas? Para ello rindo un sutil homenaje al gran maestro Baudelaire, ya que aquellos que hayan leído «Las flores del mal» podrán identificar rápidamente la metáfora del albatros con la del poeta; y es que uno de sus mejores poemas y de los más famosos, lleva precisamente por nombre «El albatros»; en él, el maestro versifica con su inconfundible estilo, las burlas que un pobre albatros sufre en una cubierta de barco por parte de sus marineros. De esta forma Baudelaire compara esas chanzas, con las que sufren los poetas —él mismo— por parte de una sociedad que no los comprende.

«El albatros» de CH. Baudelaire:
Frecuentemente, para divertirse, los tripulantes
Capturan albatros, enormes pájaros de los mares,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío deslizándose sobre los abismos amargos.

Apenas los han depositado sobre la cubierta,
Esos reyes del azur, torpes y temidos,
Dejan lastimosamente sus grandes alas blancas
Como remos arrastrar a sus costados.

Ese viajero alado, ¡cuan torpe y flojo es!
Él, no ha mucho tan bello, ¡qué cómico y feo!
¡Uno tortura su pico con una pipa,
El otro remeda, cojeando, del inválido el vuelo!

El Poeta se asemeja al príncipe de las nubes
Que frecuenta la tempestad y se ríe del arquero;
Exiliado sobre el suelo en medio de la grita,
Sus alas de gigante le impiden marchar.

Traducción de Eduardo Marquina, 1905



Y a continuación disfruten con la lectura de mi tributo:

¿Qué son los poetas?

«¿Qué son esos poetas?»,
las noches me las paso preguntando
y la luz de mi lámpara desvela
el secreto caído del albatros.

Bebedores de versos
parecen los poetas extasiados;
borrachos por licores de los cielos,
asiduos de los bares del Parnaso.

Magos de hechizos tristes,
sombreros raídos y luengos mantos,
que capaces de coger lo intangible
lo van plasmando negro sobre blanco.

Opuestos de un presente
que desdeña los logros del pasado,
donde los vanguardistas ya no ofenden,
y los románticos se quedan canos.

Así veo a los vates
burlados en la tierra cual albatros,
antaño vencedores de gigantes
tornados en excéntricos incautos.

Llévate un poema.nº1 (Imprimir sin ajuste de impresión)

2 comentarios:

Jasco dijo...

Hola,

El otro día, en la espera a que llegase un profesor, dí con este nanolibro tuyo en un cajetín de publicidad del departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y letras.

Me sorprendió, y me gustó mucho la iniciativa. Los poemas están muy bien (me gustaron especialmente los versos de las páginas 3 y 4). ¡Me diste una nanoalegría!

Muchos ánimos,

R.

Delgado dijo...

Gracias Jasco, ese era el objetivo, me alegro que te gustara.

Un saludo.