jueves, 20 de marzo de 2014

Entrevista a Javier Cinca Monterde, un librero y algo más



Cuando la grabadora me llevó a entrevistar a todo un romántico de los libros y vinilos

En una tarde de viento, una de esas tardes ventosas donde los estertores del invierno todavía luchan dando sus últimas estocadas ante la ineluctable llegada de la pronta primavera, como si en un mal perder la moribunda estación no se resignara a hacer un último sacrificio, cuando acudí más raudo que tardo a mi cita con Javier Cinca Monterde: Javier es un librero zaragozano cuya grande pasión por los libros lo llevó, no ha muchos años, a emprender la difícil tarea de bregar en ese inextricable mercadeo del ‘lance’. En su librería, ya refugiado de los embates lanzados por Bóreas comencé a tertuliar distendidamente con él: hablamos sobre el mal tiempo que hacía aquella tarde, sobre las últimas novedades que habían llegado a su librería, y sobre algunos chismes de la crónica rosa literaria. Terminada la conversación de cortesía y cotilleo saqué mi vieja libreta de apuntes y principié la tarea que tal día me había conducido hasta su local: la de realizar una entrevista para el presente espacio de noticias digital. Y es que Javier Cinca Monterde, han de saber los atentos lectores, es mucho más que un librero, pues en su corazón late el alma de un romántico que más tiene que ver con aquellos libreros-editores de la denominada ‘Edad de Plata’ de nuestras letras que con los actuales tenderos capitalinos.

Javier Cinca Monterde en su librería-vinilería


Hace poco tu librería cumplió tres años. ¿Cómo te aventuraste a abrir un negocio tan particular en plena eflorescencia de la crisis económica? ¿Consideraste acaso que la crisis resultaba ventajosa para la venta de libros de lance?
No, llegué de forma un poco accidental, la verdad es que llevaba 15 años trabajando en una empresa y debido a los recortes me vi en la calle; así que decidí arriesgarme y apostar por mi gran pasión que han sido siempre los libros. En la universidad estudié Geografía e Historia, y aproveché mis conocimientos para adentrarme un poco en este mercado mediante la adquisición de títulos algo especiales. 

No solo te dedicas a la venta de libros, sino que también lo haces con el mercado de vinilos antiguos. ¿Tiene más salida el coleccionismo de este producto?
Bueno, para empezar es un toque de originalidad, que yo sepa no hay librerías-vinilerías. Para mí el vinilo tiene un valor sentimental muy grande, ya que gran parte de mi juventud transcurrió en los tiempos del tardofranquismo, así que las vías para evadirme de aquella sociedad gris y pacata las encontré principalmente en los libros, los discos y las películas de los cineclubs. Por aquellos años comenzó el boom de la literatura hispano-americana con Cortázar o Vargas Llosa entre otros; en la música se vivió la eclosión de la psicodelia, el rock, free-jazz…, para mí, por mis propias vivencias, el binomio música-literatura resultó perfecto. 

Con respecto a la clientela, ¿hay mucha diferencia entre los consumidores de libros y de vinilos?
Sí, la verdad es que sí, pues un libro es accesible a cualquier persona, pero un vinilo es un producto que para disfrutarlo necesitas de un tocadiscos. En el caso de los libros muchos entran a ojear sin más y acaban adquiriendo un libro cualquiera por curiosidad, mientras que el comprador de vinilos es más restringido y a la vez más fiel, sabe perfectamente lo que busca; no digo que no suceda lo mismo con los coleccionistas de libros, pero en términos generales el de vinilos no suele comprar por comprar.

Y además te atreves con el oficio de editor, continuando así la tradición de los antiguos libreros-editores a lo Gregorio Pueyo. ¿Cómo surgió la idea de arriesgarte con tamaña aventura?
La verdad es que la faceta de editor es casi simbólica, comenzó porque conservaba una serie de poemas y letras de canciones de mi juventud que tenía ganas de sacar a la luz, y en lugar de enviarlos a editoriales decidí crear mi propio sello para publicar mis obras completas; ya con la librería vi que se podía hacer algo más y poco a poco el catálogo ha ido creciendo. Por su puesto lo hago de forma desinteresada, sin grandes pretensiones económicas, doy preferencia a la calidad de la obra antes que a las posibles ganancias económicas. 

Observo que tus publicaciones son muy eclécticas, poesía, novelas, incluso un ensayo sobre la colonia alemana en la Zaragoza de 1920, ¿cuáles son criterios que marcas a la hora de decidirte por editar un libro?
Bien, yo a veces digo medio en broma que la mía es la editorial sin atributos, pues no tengo una línea o un diseño editorial definidos, el criterio es puramente personal; puede llegar por simpatía hacia esa persona, pero tampoco renuncio a ponderar unos criterios de calidad apropiados. En el caso citado de la colonia alemana, su autor no buscaba grandes editoriales, habló conmigo y llegamos a un acuerdo, la verdad es que ha tenido bastante aceptación y los ejemplares están ya casi agotados. 

Como librero de lance ¿cuál es el libro más extraño o valioso que ha circulado por tu librería?
Pues mira, el más antiguo, por ejemplo, me lo robaron el otro día, era un librito de 1605 que tenía en el escaparate y por despiste me lo dejé abierto todo el día. Solo me robaron ese, sabían lo que hacían…, pero bueno. También, de los más especiales quizá podría mencionar una primera edición de Paradiso del escritor cubano Lezama Lima que llevaba la firma de Labordeta. El ejemplar me lo acabó comprando un bibliófilo zaragozano, pero no tanto por la edición en sí, sino por su firma. Según parece esta persona escribió días después una columna en el Heraldo de Aragón donde explicaba que aquel libro no le gustaba nada, pero que lo había adquirido por llevar la firma de su amigo. Cosas de los coleccionistas. 

Y ya para concluir, ¿podrías contar alguna anécdota divertida que te haya sucedido en relación con tu negocio?
Bueno podría contarte varias del poeta estelar David Herranz, un genio de la poesía pero cuyas extravagancias me han costado el espanto de algún que otro cliente. Pero bueno, aparte de buen poeta, es gran amigo y le aguanto todo. (Risas)

* * *

Puedes encontrar la librería de Javier Cinca Libros del rescate en la Galería Cavia sita en C/ Tomás Bretón, 14, local 6. Horario de apertura de martes a viernes de 11.00-14.00 y de 17.30-21.00. 

‘Libros del rescate’


También puedes visitar el catálogo de la librería en  STI ediciones en todocolección.net
 
Catálogo de la editorial ‘Sindicato de Trabajos Imaginarios’

2 comentarios:

Nacho dijo...

Buenos días Pablo. Últimamente sigo tus publicaciones, ya que estás teniendo una gran actividad en el blog. Tengo que felicitarte por tu gran labor al darnos a conocer a toda esta gente tan valiosa. Estoy encantado. Por otro lado, cuando sepa algo más concreto sobre la fecha de salida de mi obra te la comunicaré.

Un abrazo amigo.

Delgado dijo...

Gracias Nacho, se trata de una traslación de archivos que tenía en la extinta 'pastiche'. Espero con interés esa presentación.

Un abrazo.