domingo, 2 de octubre de 2011

Llévate un poema nº6, "El tedio"


Llegamos al ecuador de la colección, pues doce números, como doce son los meses del año, durará este proyecto poético.

Este mes reflexiono sobre uno de los mayores enemigos de nuestra sociedad: el tedio, cuya compañía en el gremio de los artistas resulta más devastadora si cabe. Quién de nosotros no ha sufrido alguna vez de tan virulenta enfermedad: ya sea sentado en la molicie del sillón viendo pasar las horas junto al televisor; o perdiendo el tiempo en un bar cualquiera, por no tener nada mejor que hacer. Pues bien, desde estas líneas llamo a todos a combatirlo, a salir, a crear, a dejarse llevar por algún hobby; en definitiva a buscar solución cuando el pródromo del tedio comience a acecharnos


El tedio

El tedio es el freno del tiempo imparable,
siniestro como esas charcas de bosque
donde aguas infames
arrastran profundo clamores sin nombre.

Igual que un candente desierto de arena
con sus sempiternas tormentas de ardores,
devora las fuerzas y grandes ideas:
devora horizontes.

Falaz y viciado,
enseña torcidos e insanos deportes;
traidor compañero, persigue el fracaso
de buenos proyectos robando ilusiones.

Como el narcótico de efectos dañinos
acalla clamores;
suprime verdades con ruegos marchitos,
y borra las penas en tóxicos odres.

El tedio es el numen de los vates muertos,
de los que no escriben, no riman, no comen,
de los que por dentro
secaron la fuente de sus diestras dotes.


Aquí el enlace con el poema en PDF:
El tedio (imprimir sin el ajuste de impresión)

9 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El tedio nos paraliza y nos hace inútiles. En el fondo, nos cosifica.
Excelente proyecto.

Anónimo dijo...

Noooo, aburrirse nunca, nunca. Es un enemigo que acecha.

Un abrazo de la Abejita

Carla dijo...

Bello poema sobre el tedio, me ha gustado mucho.

El tedio es sentir ese vacío que te aplasta y se apodera de tu interior haciendo que nada muestre interés, y que la apatía, te impida seguir caminando...

Besos.

Delgado dijo...

Pedro: como bien dices nos cosifica, sí, nos vuelve de piedra.

Abejita: que nos aceche, nosotros corremos más.

Carla: pero nosotros seguimos caminando Carla, seguimos caminando.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Delgado:

Es mejor entretenernos leyendo tus poemas que, dejarnos atrapar por el tedio, convirtiéndonos en estatuas de sal.

Un abrazo.

Desde el bar dijo...

Has logrado un poema, que es una reflexión sobre: el tedio.
Y yo agregaría que es o suele ser un estado de ánimo del que tiene demasiado tiempo que perder.

Un abrazo.

Ale

balamgo dijo...

Excelente descripción del tedio.
Ciertamente es algo que no debemos permitir que entre en nuestras vidas,y el antídoto es tener algo que nos guste y podamos hacer.
Abrazos.

omar enletrasarte dijo...

Exparces conocimientos de un estado improductivo del hombre, y lo haces genialmente.
saludos

Delgado dijo...

Amigos del Parnaso, como bien decís, en nuestro caso tenemos una actividad que poco o nada permite relacionarnos con tan conocido "estado".

Que no consientan nuestros versos fenecer en manos del Tedio.

Un abrazo a los tres.