El ultraísmo fue la primera vanguardia literaria surgida en España, nació a finales de la segunda década del siglo viejo, cuando por aquel entonces el cataclismo de la Gran Guerra había finiquitado los viejos cimientos de la Europa decimonónica. Esta corriente fue el resultado de una mezcolanza de las nuevas ideas vanguardistas que dominaban por Europa tras el conflicto, siendo las más importantes las siguientes: dadaísmo, expresionismo, futurismo y creacionismo.
¿Qué se proponía esta vanguardia?, ¿Quiénes fueron sus principales impulsores?, ¿que éxito tuvo?. Para desarrollar esta nueva entrada daremos respuesta a estas tres preguntas.
¿Qué se proponía esta vanguardia?
Vayamos primero al origen:
Allá por 1918 algunos jóvenes literatos y periodistas reunidos en torno a la figura de Cansinos-Assens, habían llegado a la conclusión de que el modernismo estaba muerto, para ellos las nuevas corrientes vanguardistas de Europa debían ser el nuevo referente ha seguir, nuevas ideas para una nueva concepción que empujara a las letras hispanas a los primeros puestos de la innovacióncultural.
Así pues, a finales de 1918 salió a la luz el primer manifiesto ultraísta, que consistía simplemente en una breve declaración de intenciones posteriormente desarrollada por otros. Veamos un fragmento:
Respetando la obra realizada por las grandes figuras de este movimiento, se sienten con anhelos de rebasar la meta alcanzada por estos primogénitos, y proclaman la necesidad de un ultraísmo [...]
Nuestra literatura debe renovarse; debe lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro pensamiento científico y político. Nuestro lema será ultra y en nuestro credo cabrán todas las tendencias, sin distinción, con tal que expresen un anhelo nuevo. Más tarde estas tendencias lograrán su núcleo y se definirán. Por el momento, creemos suficiente lanzar este grito de renovación y anunciar la publicación de una revista, que llevará este título de Ultra, y en la que sólo lo nuevo hallará acogida.
Pero... ¿qué quería decir ultra? Se trataba de un lema distintivo que varios poetas postmodernistas y radicales adoptaron para mostrar su disconformidad con el lirismo dariniano de hacer poesía, rechazaban la literatura existente y abogaban por ir más allá.
Veamos ahora dos de los puntos claves de la poesía ultraísta:
- Reintegración lírica: La imagen y la metáfora cobran protagonismo, se suprimen así, lo anecdotario y la retórica anteriores.
- Introducción de una nueva temática: desaparece la retahíla modernista llena de languideces, torres de marfil, y decadencias. En definitiva se proscribe lo sentimentaloide, a modo de fogonazos se reproducen sensaciones fragmentarias, donde la ironía y modernidad cobran un nuevo protagonismo. Se alaba el triunfo de la mecánica —siguiendo al futurismo— los aeroplanos, motociletas...
Surgió de esta forma una nueva poesía llena de versos hiperbólicos, de sensaciones extrañas y veloces, donde los signos de puntuación desaparecían, y lo visual cobraba nuevo protagonismo, entre sus antecedentes estaban presentes Mallarmé, Apollinaire, Tzara...
Veamos algún ejemplo.
Elemental
Yo construyo mis saltos
con los cautro elementos
La Tierra
El Agua
El Aire
El Fuego
Por la pantalla simultánea
a la luz de las trompetas
pasan los días salvajes
en un friso de onomatopeyas
... ... ... ... ... ... ...
Crear Vivir Volar
Las hojas nuevas rompen a cantar
En torno a mi cetro
danzan los cautro elementos,
... ... ... ... ... ...
Gerardo Diego, aparecido en la revista Grecia nº 36, (diciembre de 1919)
Tertulia del Pombo
Este café tiene algo de talanquera
y de vagón de tercera.
No hay mucho tabaco y se hace mucho humo.
Yo –el noveno poeta español– presumo
delante del Alcalde de zafra, que enluta sus canas
(once piastras de tinta todas las semanas).
Ventilador. Portugueses.
Acento de Sevilla, ¡dorada ciudad!
Y de mi Bilbao fogonero.
¡Camarero!
Café con leche, mitad y mitad.
Grita Llovet. Calla Bacarisse.
Solana consagra.
Si habla Peñalver, parece que se abre una visagra.
León Felipe, ¡duelo!
No tiene
ni
patria
ni
silla
ni abuelo;
¡Duelo! ¡Duelo! ¡Duelo!
Yo le doy un consuelo,
un
pañuelo
y
otro
pañuelo.
Llega
Monsieur Lasso de la Vega.
Il vient de diner a l'Hôtel Ritz.
Il sait bien son rôle.
Et il porte sa fleur.
¡Parole
d'honneur!
En los rincones algunas parejas
de seguridad y de señoras amarillas
miran a Torre y se estremecen
los guardias y las viejas
él las cita a banderillas
con las orejas.
Discusión sin fin
sobre si es ultraísta Valle Inclán
que si patatín
que si patatán.
En el mostrador suena un timbre trin...
trin... trin... triiinn...
unos pocos pagan y todos se van.
... Silencio, sombra, cucarachas bajo el diván.
De Francisco Vighi, aparecido en la revista Grecia, nº 48, (septiembre de 1920).
Naturaleza extática
ArribaAbajo Un segmento de luna
sobre la bandeja
El corazón de la granada
es un abanico del iris
La guitarra la pipa y el periódico
disecados como loros
Palpando entre el mosaico
el vidrio canta sus reflejos
A través de la ventana bastidor del sol
el viento afina sus cordajes
Desconsolada una guitarra
con las clavijas sueltas
enmaraña su testa
Guillermo de Torre
El mejor medio de divulgación para los ultraístas fueron las revistas, destacando en su origen Grecia y Cervantes, donde también colaboraron otros poetas superadores del modernismo, aunque quizás las más innovadoras fueron las revistas Ultra y Prisma en las que se divulgó manifiestos y obras con mayor profusión.
Pinche aquí para ver un ejemplar de Ultra
Portada de la revista "Ultra"
¿Quiénes fueron sus principales valedores?
Cansinos Asséns: fue el mayor promotor del ultraísmo, desde las tertulias del Café Colonial lanzaba sus proclamas revolucionarias, gran entusiasta, animaba a los jóvenes literatos a buscar nuevos modelos alejados de cánones caducos. Ahora bien, a pesar de su decidida propaganda, parece que su producción en este movimiento fue menor. Bajo el pseudónimo de "Juan Las" realizó Cansinos algunas piezas experimentales, en realidad sus aportaciónes más importantes fueron las proclamas teórico-vanguarditas. Animador e impulsor del primer manifiesto surgido en otoño de 1918, este manifiesto fundacional sería el cimiento sobre el cual se desarrollarían el resto de postulados ultraístas como los de Guillermo de Torre y Jorge Luis Borges. Otra curiosa aportación de Cansinos vendría en forma de novela: Movimiento V.P (1921), ejemplo este de la nueva novela vanguardista la cual se acerca a las aventuras y desventuras de los inquietos ultraístas.
Cansinos-Asséns (años 20)
Guillermo de Torre: Poeta madrileño nacido en 1900, realizó ya en 1920 su famoso Manifiesto Vertical (1920), posteriormente publicó Hélices (1922) poemario de corte ultraísta, también escribió un interesante e importante ensayo llamado Literaturas europeas de vanguardia (1925) donde se repasa los movimientos surgidos en Europa hasta su momento, de esta forma se incluye por primera vez al mismo ultraísmo.
Gerardo Diego: poeta santaderino muy prolijo en su obra y adscrito a la G.27 —generación que luego superó— contribuyó al ultraismo con su obra Imagen (1922)
Jorge Luis Borges: Importante miembro, que junto a Guillermo de Torre; exportó el ultraísmo a Argentina. Fundó junto a otros la revista Prisma, donde se desarrollaron las ideas de la nueva vanguardia, y se expusierón interesantes poemas.
Hubo otros jóvenes apasionados que también se lanzaron a la lucha del ultraísmo en mayor o menor medida, entre ellos podemos mencionar a Pedro Garfias, César A. Comet, o los hermanos Humberto y José Rivas Panedas entre otros.
Pedro Garfias (uno de los firmantes del primer manifiesto ultraísta)
¿Hasta dónde llegó el Ultraísmo?
El ultraísmo, a pesar de nacer con grandes pretensiones, apenas se extendió en el tiempo, pues hacia 1925 se podía dar ya por disuelto disuelto el grupo de jóvenes partícipes. Y es que sus obras no gozaron nunca de un gran público, baste recordar que esta vanguardia se dedicó casi en exclusiva a la poesía — vertiente literaria ya de por sí reducida en cuanto a lectores—, y además a una poesía radical e innovadora que no resultó muy del gusto del gran público. Por tanto cabe hacerse una pregunta: ¿dejó alguna huella el ultraísmo? La respuesta: sí; ya que si bien su producción fue corta y su público poco numeroso, los jóvenes poetas que participaron en el ultraísmo absorvieron y aprovecharon lo aprendido para desarrollar más adelante su propia obra, muchos de ellos, dentro ya del halo de la G.27;
De esta sucinta exposición cabe concluir que, a pesar de su corta existencia, el ultraísmo actuó positivamente en la renovación poética, sirvió de crisol donde se fundieron las nuevas e influyentes estéticas europeas del momento—desde Marinetti hasta Tzra, pasando por Huidobro— y contribuyó a la renovación audaz de una nueva literatura en los años siguientes. En definitiva fue un eslabón clave entre el modernismo y la nueva poesía que vendría a fines de los años veinte y treinta.
.